En nuestro civilizado mundo, cuando necesitas dinero vas al banco y pides un credito. Si no te lo conceden, das media vuelta y te vuelves para casa, cabizbajo, pensando que las cosas estan muy mal, que el credito no fluye... O no. Hoy quizas ya no. Quizas hoy, cuando te nieguen el credito no volveras a casa con el rabo entre las piernas. Quizas hoy miraras al director de la oficina a los ojos, pondras las cartas sobre la mesa y le diras que eres tu quien tiene la sarten por el mango, que si no te da el dinero tomaras medidas. Nada violento, por Dios, eso si que no, pero hoy, si el senor director no suelta la pasta, quizas lleves a cabo una accion que convierta su vida en una autentica catastrofe.
En nuestro civilizado mundo, cuando necesitas dinero vas al banco y pides un crédito. Si no te lo conceden, das media vuelta y te vuelves para casa, cabizbajo, pensando que las cosas están muy mal, que el crédito no fluye... O no. Hoy quizás ya no. Quizás hoy, cuando te nieguen el crédito no volverás a casa con el rabo entre las piernas. Quizás hoy mirarás al director de la oficina a los ojos, pondrás las cartas sobre la mesa y le dirás que eres tú quien tiene la sartén por el mango, que si no te da el dinero tomarás medidas. Nada violento, por Dios, eso sí que no, pero hoy, si el señor director no suelta la pasta, quizás lleves a cabo una acción que convierta su vida en una auténtica catástrofe.