Estamos condenados por naturaleza a luchar entre nosotros?Esta historia comienza con tzi, el cuerpo de hace 5.000 aos que hallaron con una punta de flecha clavada en el crneo, pasa por cientos de guerras, locales y mundiales, pero no conocemos el final porque la guerra sigue conformndonos como humanidad. Nuestro lenguaje, muchos de nuestros avances tecnolgicos y algunos de nuestros tesoros culturales reflejan la gloria y la miseria del conflicto. Escrito por otro acadmico, podra resultar una obra de rida teora poltica, pero la soltura de la pluma de MacMillan hace que sea un relato vvido. Los hechos histricos, ilustrados con las citas ms pertinentes, tienen una fuerza narrativa que logra que cada pgina sea interesante, incluso entretenida.