Acompañada de Aristóteles, Goethe, Victor Hugo, Darwin, Jane Austen y tantos otros escritores, pintores o aventureros, la autora nos invita a realizar una travesía por la costa vasca. Un viaje sentimental a los lugares de la adolescencia se transforma en una exploración de los viejos caminos costeros, un recorrido por la historia humana y geológica, grabada de un modo particularmente revelador en los paisajes y las piedras de la costa, el primigenio umbral donde se encuentran dos mundos. Un texto inspirador que nos propone observar la naturaleza y deleitarnos en ella, contemplar los matices de la vida en estado puro y sentir su hondo latido."Este recorrido por la costa vasca es en realidad una excusa para regalarnos montones de historias, anécdotas y curiosidades. Un viaje delicioso de la mano de una nómada con la mochila cargada de sensibilidad, cultura e inteligencia. Un viaje cautivador coleccionando conchas, piedras y palabras en el que aparecen Jack London, el surf y la gran ola Belharra de Biarritz; los caballitos de mar, Auden, la evolución del traje de baño, Moby Dick, la petromanía, los plesiosaurios de Mary Anning, el recuerdo del baño perfecto, desnuda en un lago de Friburgo, o el del primer beso, bajo la advocación de De aquí a la eternidad. Precioso".Jacinto Antón, El País"Belmonte convierte la visita a los lugares de su adolescencia en un recorrido humano y geológico por la costa vasca".La Vanguardia"Hay algo transparente y luminoso en el libro de Belmonte. Seguramente es su alma. La felicidad que la embarga en todo momento es la euforia de la tierra madre. Este es un libro escandalosamente feliz".Félix de Azúa, El País"Una celebración de la cultura, al estilo de los escritores románticos pero también un intento de impregnarse con la naturaleza considerada como un prodigio y recordar con Thoreau que lo más próximo puede ser extraordinario".El Periódico"Belmonte recorre, con la lucidez que distinguió su anterior libro, la travesía de Bayona a Bilbao, una fascinante geografía que traza en poco más de doscientas páginas. Con lecturas. Una educación sentimental a través del más rotundo de los sentidos: mirar y ver; y contarlo. Y cómo lo cuenta".Fernando R. Lafuente, ABC"El modo en que narra Belmonte es interesantísimo porque consigue atrapar nuestra atención por el dinamismo de su prosa, la riqueza de su contenido y la virtud de plasmar en papel un pensamiento interior que se proyecta hacia fuera por el contexto, ese exterior que es el verdadero actor principal de la trama".Jordi Corominas, Leer"Se nota que está escrito en el caminar, con el pulsómetro en el antebrazo y con la franciscana humildad de ir a pie, reconociendo, desde la pausada experiencia del peregrino, la antigüedad, belleza y singularidad de nuestra geografía".Miguel Zugaza, El Correo Español"La autora nos invita a acompañarla en un viaje. Y consigue transmitir esa sensación de ser cómplices de un camino, que le hace pensar en su propia vida. Enlaza con la filosofía".Isabel Coixet