Bill era el mejor amigo que una chica podría pedir tener. Se aseguró de que siempre pasara un buen rato y se registró para evitar que me aislara completamente del mundo. Fue amable, atento y considerado en todo momento, incluso asegurándose de elegir actividades que pensó que ambos disfrutaríamos. Las siguientes historias son cuentos de nuestras aventuras juntos, buenas y no tan buenas.