Durante el último año, a la talentosa chef Millie le ha absorbido la gestión de su nuevo negocio de catering con sus hermanas, Dru y Tasha. No es hasta que Jackson cruza su puerta cuando se da cuenta de que puede que le falte algo en la receta de su vida.

Durante el último año, Jackson ha estado lidiando con las consecuencias del abandono de su mujer. Ha tenido que aprender a ser padre soltero de su hija de ocho años y hará lo que sea para llenar el vacío que dejó su madre. No es hasta que encarga a Millie la fiesta de cumpleaños de su hija cuando se da cuenta de que ha olvidado que no solo es un padre, sino también un hombre.

Ambos creen estar satisfechos con sus vidas, pero a veces la cantidad adecuada de especias puede convertir un plato aceptable en uno magnífico. Una pizca de sal puede ser todo lo que necesitan Millie y Jackson para encontrar el sabor que les falta.