«La poesía de Jordi surge de dentro y se proyecta al exterior comunicando al lector, de la manera más sencilla y más intensa posible, lo que sucede en sus entretelas más profundas, desde las del niño que fue hasta las del niño, ahora grande, que todavía es -comenta Luis Alberto de Cuenca a propósito de Gris en fuga-. Y todo eso va tiñendo de emoción el paisaje que se ofrece a los ojos del lector, y en esa emoción inevitable es donde encuentra su razón de ser la poesía de mi amigo Jordi. Y toda la poesía».