El coaching como disciplina práctica aplicada a los dominios de acción de los individuos ofrece la posibilidad de reflexionar respecto a aquellas creencias rectoras de nuestras acciones y actúa como antesala de nuestras emociones para volvernos diseñadores activos de nuestro ser, hacer y sentir.
Basada en la filosofía de la ontología del lenguaje, la práctica del coaching aborda el estudio de lo que significa ser humano a través de sus emociones, su corporalidad y sus ideas acerca del mundo y sobre sí mismo. Creatividad, oportunidad y prueba serán rasgos característicos de este proceso de aprendizaje, cual viaje sin retorno, que representa el coaching ontológico.
Coaching ontológico: Viaje al aprendizaje constituye una oportunidad para repensarnos y generar el ser que deseamos ser para alcanzar nuestras metas y gestionar nuestras relaciones con los demás de forma empática, respetuosa, pero, a su vez, efectiva.